La Joa, Tarantino y Sex and the city

Es tarde, pero igual. Trabajando en algo. Y las ganas.
Apareció la Joa, con un largo y sorprendido e-mail para ponerme al día, hablando de las casualidades que siempre tuvimos, el libro que me tiene, sus buenas y malas noticias y, bueno, yo siento que está bien, con sus 30 años, su beautiful agony y sus ganas de lograrlo.
Mientras tanto disfruto con el increíble Quentin Tarantino cantando en Saturday Night Live. “I gonna blow you a kiss in the wind”, inolvidable tema cantado por Selena (la prima mala) en un capítulo también inolvidable de La Hechizada, de hace mil años, una de mis series favoritas, (por lo de identificación, digo yo, publicista, casado con bruja Samantha). Y anoche, absolutamente metido con las 4 chicas de Sex and the City. Es que esta última temporada es demasiado buena. Carrie en líos con Berger, que es un escritor al que envidio profundamente por atreverse. Ella aún debe decidir si vale la pena transar mal sexo por un buen hombre, y aunque ya se están entendiendo, creo que no da para más. La camisa de Praga era de lo mejor. Miranda trata de entender cuál es el verdadero vínculo con el padre de su hijo, y tiene mucha cara de matrimonio, Charlotte trata de entender qué pasó con su novio judío y Samantha encuentra a un nuevo hombre-objeto en un camarero joven y buenmozo, aspirante a actor, al que le organizó un evento de inauguración con todo Manhattan. A Star is born.
Ahora me voy.
A dormir digo. Aunque la noche no está tan tranquila. Yo, un poco inquieto. El sueño no viene, tengo el corazón lleno de preguntas y la cabeza en otra parte.
Necesito un Fashion Emergency.