El otro lado del espejo

martes, julio 20, 2004

-Martes de divagaciones-

Con lo de los comments de ayer, ver el blog a revés, con el link que regaló Kemiko y el comentario de Petra, me quedé pensando en el lado B, el lado oscuro que todos tenemos. De ahí, click mental, me fui a Demián, se acuerdan, ese tremendo libro de Hesse, leído mil veces, en que Emil Sinclair, habla del "mundo de la luz" y el "mundo de la oscuridad". Cada cosa tiene sus dos lados, y a veces actúan en forma independiente. La música de Wagner sonaba mientras muchos judíos caminaban al exterminio, y no por eso debemos censurar a Wagner. Ejemplos de estos, como Nietzsche, Heidegger y otros, hay muchos. Durante siglos las cruzadas y las misiones asolaron tierras y civilizaciones, en nombre de un Dios occidental. Y eso es hablando del gran lado B, del lado oscuro de las grandes cosas. Hoy mismo, en nombre del progreso, se tala hasta el Amazonas, pero ese es otro tema.

¿Pero qué pasa con nuestro lado B?. Ese que no mostramos, especialmente cuando conocemos a alguien. Ese que se demora en salir. Ese que a veces nos da uno que otro consejo perverso, maquiavélico, a veces simplemente aterrador. Recuerden al Dr. Jekyll, tal vez no podía soportar su vida de persona intachable, por lo que necesitaba transformarse algunas veces en Mr. Hyde para dar rienda suelta a su sensación de libertad y trasgresión. Bueno, el final es conocido, ambos se reprimen y finalmente se destruyen.

De donde vienen esas reacciones desproporcionadas, esas que nos hacen sentir furia, de donde nos sale ese gritón, de donde aparece esa fuerza negativa un poco desconocida y poderosa, que a veces nos asusta.
De dónde sale esa sombra. A mí me intriga hasta qué tipo de luz provoca esa sombra.

Algunos se van al estadio, o a manejar a una autopista, o reclaman contra la tele, o prefieren a Darth Vader antes que Luke Skywalker, o disfrutaron de verdad con Hannibal Lecter. (Yo también). Pero ¿de donde viene ese lado B?

Creo que alguna vez deberíamos tratar de averiguarlo, aunque los psicólogos van a enriquecerse un poco más.
A mí por lo menos me gustaría saber qué se esconde en esos rincones del alma. En esa caja oscura desde donde aparece, a veces, ese otro. Esa sombra. Ecce homo. El alter ego.

Cuando no reconocemos ni aceptamos esa sombra, comenzamos a proyectarla en los demás, y son ellos entonces los inestables, los envidiosos, los flojos, los tontos, los malos. Y esto se vuelve peligroso. ¿Hasta donde es máscara, hasta donde es sombra, hasta donde eres tú mismo?

Así que les dejo las sabias palabras de Carl, que lo sabe decir bastante mejor:
"La sombra existe en cada uno de nosotros, es el conjunto de ciertas características determinadas que poseemos pero que ocultamos al mundo y, lo que es aún más peligroso, nos ocultamos a nosotros mismos. La sombra es ese lugar oscuro del alma que da cuerpo a nuestra personalidad."
Carl Jung

Y así, hay harto sicótico por ahí dando vueltas. Todos tenemos algún grado de neurosis, esto siempre me dice Martine, y yo recordé esto después que hablamos por teléfono anoche. Yo estaba pesado, no me había resultado casi nada de lo que pensaba hacer, era tarde, no llegué a comer, no le avisé, uf, todo mal. Y por supuesto que me la ganó Jerónimo. -Con respeto a todas las etnias- De verdad estaba insoportable.
No me gusta mostrar el otro lado, el lado oscuro, el lado B.
Pero sé que está ahí.
Sólo espero que no me la gane.

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Créditos

Agradecimientos a mi MacBook, a los Marlboro que fumo, pero menos, la Coca-Cola, el cable, el control remoto, Google, Blogger, Twitter, los libros, la radio, ella, mis hijos, mi ex-psicóloga y muchos otros anónimos colaboradores que han contribuido y soportado mi comunicación precoz. Gracias por estar.

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