Confesiones de invierno

viernes, agosto 13, 2004

Para leer escuchando a Underworld: Born Slippy.

Estuve con un amigo hoy, recordando y riendo. A veces me lee. Publiqué algo así como esto, aquí, hace justo un año. Y pese a que me trajo algunos problemas y varias consultas decidí editarlo y corregirlo. Todos tenemos historias. Algunas más contables que otras. Y otras incontables. Por ahí decían lo de las tres vidas, la pública, la privada y la secreta. Lo que viene es de las dos primeras.

Hubo un tiempo que fui hermoso, y fui libre de verdad, guardaba todos mis sueños... Mi primera vez fue grande, a los 18 y medio, con polola, enamoradísimos, muy conversado y muy de acuerdo. Fue precioso. Mi familia en la playa, tina, champagne y dos ignorantes juntos tratando de quererse. Duramos casi 5 años. Mi primera después de esa primera vez, fue L... Y fue una cita a ciegas. La amiga de una amiga de mi amigo. Lo primero que me dice... ¿Y tú, no te acuerdas de mí? Resultó que era de mi colegio, que me había mirado en muchos recreos y que era una increíble coincidencia. Nos fuimos a mi casa y todo lo sentí distinto. Se portó bien. Salimos muchas veces. Me porté mal.
En un Año Nuevo conocí a J... vestida de las mil y una noches... salimos harto tiempo, conocí a su familia, jamás olvidaré su sillón del living en el primer piso y su mamá en el segundo diciendo... ya te vas Roberto? Y nosotros casi terminando. J... hizo todo por retenerme, pero yo estaba en otra. Dejamos de vernos mucho tiempo, cuando nos encontramos nos fuimos derechitos a la cama.
V... me dijo que sí antes de preguntar algo. Me besó, nos acostamos antes de terminar de conocer la pieza. Yo tenía 25, ella 10 más. La última vez que nos vimos me dijo que sería la última vez y que mejor nos metiéramos al jacuzzi porque era un poco tarde. Era una loca. Mil años después me reencontré con R... una fiesta de colegio, casi una escena de St. Elmo's Fire, terminamos en el depa mirando la luna y escuchando a Tom Waits. La vida también nos hizo reencontrarnos con M... la de nuestra primera vez, que vino a tomar el té, que no se podía perder la teleserie y sonaba Ceratti y nosotros entre la tele y La ciudad de la furia y uno de esos orgasmos arrasadores. Con F... nos juntamos un par de veces hasta que nos besamos. Salimos unos dos meses y desapareció de vuelta a los brazos de su ex marido. Así que es cierto lo de tropezar varias veces con la misma piedra. Supe hace poco que se había re re re juntado. De nuevo. En fin. Antes salí con P... Pequeña de mente y de porte. Celosa delirante. Mucho después G... vendedora de publicidad y regia regia. Llamaba harto pero yo estaba en otra. Pese a todo la cama era genial, le gustaban las letras de los tangos y yo dale con Marvin Gaye. La primera vez con A... me dijo que nunca lo había hecho con alguien, aparte de su novio de siempre. Tenía miles de detalles, mañas y trancas. Que la luz, que la música, que mucho silencio, que yo hablaba mucho o porqué estás tan callado. No había cómo. C... que me encantaba, buena para escuchar, buena para querer, pero yo, para variar, andaba en otra. B..., no podía ser. Demasiado cool, otra onda, otro mundo, otra cosa. Con T... fue diferente, oculto y clandestino. Siempre rico, pero casi siempre nos pillaron. Una vez fue en el baño de una fiesta, y otra vez su mamá dentro de mi auto en la puerta de su casa con Barry White sonando en los parlantes y nosotros despidiéndonos muy concentrados. Después de eso no la he visto hasta hoy.
Luego, antes, después, da lo mismo, me fui de vacaciones, tratando de cambiar aires y ondas. Mi primera very first time in New York. Hay un par de buenas historias. Y la fantasía afroamericana. Volví un par de veces. Otros viajes, otras historias en el mundo. El día de las torres gemelas estaba en Chicago. Un par de años antes en Dallas compartiendo un increíble y dudoso cigarro con una Directora Internacional de Marketing. Y cada tres meses me fui a Sao Paulo durante mucho tiempo. Ya les cuento. Y también las de la vuelta a Chile hace muchos años cuando todo se puso mejor. Y conocí a Cecilia, y a pololear más en serio y sentar cabeza hasta que una noche un loco me chocó a 90 kms. por hora en una gran avenida, me pegó tan fuerte que caí al otro lado después de volar varios metros y terminé chocando de frente con otro auto. 11 días en urgencia en la posta, 163 días en cama. Y la Cecilia de buena enfermera, que ya es una buena fantasía. Planes, conversas y besos, nos casamos unos meses después. Fuimos bien felices, dos hijos, Ro y Fe, que son mis ojos. Hasta que la historia de ambos comenzó a escribirse de distinta manera. Nos separamos, separamos la sociedad, nos anulamos. Estuvimos sin hablar un año. Ahora hacemos negocios juntos. Pasó el ambiente de Golfo Pérsico. Ahora podemos conversar. Y me alegra.
Luego conocí a Martine. Y uf, me enamoré. Un par de recreos de corazón dudoso, pero ahí estamos, intentándolo. Todo lo que quiero tiene que ver con ella, tantas cosas. Tanto para dar, tanto para caminar juntos. Y yo medio loco porque la siento lejos. Y más loco aún, con ganas de recordar historias, y lo que es peor, contarlas.

Vida, nada me debes. Te he sacado el jugo.

0 comentarios. Escribe tu opinión aquí.:

Publicar un comentario

Créditos

Agradecimientos a mi MacBook, a los Marlboro que fumo, pero menos, la Coca-Cola, el cable, el control remoto, Google, Blogger, Twitter, los libros, la radio, ella, mis hijos, mi ex-psicóloga y muchos otros anónimos colaboradores que han contribuido y soportado mi comunicación precoz. Gracias por estar.

Más créditos

Foto del blogger: Bárbara Gallardo
Foto de Santiago by night: Mía.

  © Blogger template On The Road by Ourblogtemplates.com 2009

Back to TOP