El gong del orgasmo

lunes, noviembre 08, 2004

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Anaïs Nin debe haber sido una de las primeras bloggers. Y definitivamente habría sido una de mis favoritas.

Nació en París en 1903, pasó parte de su infancia en Cuba y luego en Barcelona. Cuando Anaïs tenía once años, su padre abandonó a la familia por una alumna de 16 años.

Anaïs comienza a escribir su diario bajo la forma de cartas a su padre, buscando convencerlo de volver. A diferencia del resto de su familia, ella se niega a juzgarlo y se propone descubrirlo y comprenderlo.

Anaïs luego se casó con un banquero norteamericano (Hugo Guiler), y vivía en Louveciennes, en las afueras de París. Si bien llevaba una vida tranquila, algo en ella la hacía sentir vacía.

En noviembre de 1931 recibe en su casa a Henry Miller, un escritor del que le habían hablado. Anaïs tiene 28 años, Henry 40. Nace una fuerte atracción entre ambos. Henry le muestra el mundo bohemio de los artistas de Montparnasse, con toda la decadencia y libertad que hasta el momento Anaïs desconocía.

June, la esposa de Miller, viaja a París, y deslumbra a Anaïs con su exuberante belleza y su extraña forma de ser, dando comienzo a una relación triangular. Anaïs encuentra en cada uno una atracción diferente: "Henry me da el mundo, June me da la locura".

La relación con June es también una liberación de la rígida educación católica recibida durante su infancia: "Esta noche saldré con June. Me hundiré en una atmósfera femenina, el anhelo constante de amor, la dependencia perpetua de un hombre. Señales de amor, atención, llamadas, regalitos, efusividad, ningún trabajo que rivalice".

Mientras, Anaïs continúa escribiendo su diario. Es en él donde deja las huellas de su viaje hacia los mundos que cada ser humano amado por ella esconde dentro de sí.

En 1933, June se marcha definitivamente a Nueva York, dolida al descubrir la relación entre Anaïs y Henry. Intenta separarlos, pero no lo consigue. Anaïs escribe: "Henry, mi amor, mi amor, Henry. He luchado y combatido para ser digna de ti, para ser mujer, ser fuerte e intrépida. Te he amado contra el miedo y sin esperanza de felicidad; me he arriesgado a sufrir la mayor herida, la rivalidad más peligrosa. No era coraje, sino amor, amor. Te amaba tanto que corrí el riesgo de perderte..."

Anaïs continúa escribiendo cartas, su diario y comienza a escribir ficción: La Casa del Incesto e Invierno Artificial. Miller escribe Primavera Negra (dedicada a Anaïs) y Trópico de Capricornio.

Anaïs muere en 1977 y Henry en 1980. Sin embargo, hasta la muerte de su esposo Hugo, ocurrida en 1986, Anaïs no autorizó la publicación completa de sus diarios, según consta en su testamento. Hasta el último momento quiso evitarle el dolor a Hugo de descubrir sus infidelidades, especialmente su larga y apasionada relación con Henry.

El legado de Anaïs a la humanidad es su mundo interno. Su escritura es una invitación a amar el mundo de la sensibilidad y de la imaginación, liberándonos de todo posible prejuicio y lógica. Sus diarios constituyen un puente con la realidad mientras ella se sumergía en sus más grandiosos sueños.

Anais Nin, extracto de su Diario:

"...el misterio entero del placer en el cuerpo de una mujer yace en la intensidad de la pulsación momentos antes del orgasmo. Es a veces lento, one-two-three, tres palpitaciones que proyectan un licor helado y ardiente a través del cuerpo. Si la palpitación es suave, silenciosa, el placer es como una onda más apacible. Si la palpitación es intensa, el ritmo y su golpe es más lento y el placer más duradero.

Flechas de carne fulgurantes, una segunda ola de placer recubre la primera, una tercera toca cada terminación nerviosa, y ahora una última atraviesa el cuerpo como una corriente eléctrica. Un arco iris de color golpea suavemente los párpados y una música resuena en los oídos.

Es el gong del orgasmo.

Hay veces en que una mujer siente su cuerpo ligeramente encendido. Otras cuando alcanza tal clímax que parece que nunca podrá superarlo. Tantos clímax. Algunos causados por la ternura, otros por el deseo, algunos por una palabra o una imagen vista durante el día. Hay veces en que el día mismo pide un clímax, y días que no terminan en un clímax, cuando el cuerpo está dormido o soñando otros sueños...
"

Uf!... Anais escribió esto a los 28 años, en 1931. ¿Hay algo que agregar?

Sí. Hay algo que agregar. Lo que está atrás de mi cama, que es un dibujo perpetrado por mí hace mil años, y que incluye a Eva, Adán, la manzana y Lilith, tiene un texto, abajo y pequeño, que es un extracto de este escrito de Anais. De su gong del orgasmo. Específicamente el segundo párrafo.

Digo, servirá de inspiración.

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Créditos

Agradecimientos a mi MacBook, a los Marlboro que fumo, pero menos, la Coca-Cola, el cable, el control remoto, Google, Blogger, Twitter, los libros, la radio, ella, mis hijos, mi ex-psicóloga y muchos otros anónimos colaboradores que han contribuido y soportado mi comunicación precoz. Gracias por estar.

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Foto del blogger: Bárbara Gallardo
Foto de Santiago by night: Mía.

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