Alternativas Académicas

jueves, junio 22, 2006

Nunca quise ser abogado, ni médico, ni ingeniero.

Cuando salí del colegio Darío Salas entré a estudiar Licenciatura en Filosofía en la Universidad de Chile, porque me encantaba, y me sigue encantando. Era chico, 16 años, y era dueño del mundo. En segundo año descubrí la Publicidad y me enamoré, durante tres años estudié ambas cosas. El día, y gran parte de la noche, se me iban entre los clásicos, los diseños, la filosofía contemporánea y los slogans marketeros. Igual eran tiempos difíciles, las carreras "pensantes" eran mal miradas por el régimen y salir con toque de queda era muy malo para la salud. Así que opté por dedicarme a la creatividad profesional de la publicidad y de ahí a la producción de eventos, que es lo que más me gusta y entretiene.

Alguien me preguntaba, ¿Qué hace un productor de eventos? ¿Para qué sirve?,

Un Productor recibe un salón a las 9 de la mañana y lo tiene, completamente transformado, a las 10 de la noche, con una pauta con ritmo y sin pausas, y con invitados que se divierten mientras nosotros trabajamos. Cuando todos se van, siempre más tarde de lo que nos gustaría, desmontamos todo, trasladamos miles de cosas, devolvemos lo prestado y lo arrendado, después facturamos y pagamos a los proveedores. Y que pase el siguiente.

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Un Productor de eventos es un profesional creativo, idealmente de formación publicista, que maneja conceptos de marketing, comunicación audiovisual y escénica, diseño gráfico, decoración, ambientación, nuevas tendencias y tecnologías, montajes, apoyos técnicos en amplificación, iluminación, video, producción audiovisual, efectos especiales y todo lo que la imaginación, las movidas y la plata permitan.

Hacemos un guión creativo. Seleccionamos casting de artistas y modelos, armamos fiestas temáticas, desfiles fashion, lanzamientos, conferencias, eventos corporativos y cosas así. Solucionamos problemas y coordinamos todo, damos instrucciones, organizamos lo que primero nació en la cabeza y ahora hay que aterrizarlo, y sin mandar a la quiebra, o a otra parte, al cliente.

Si quieres dedicarte a esto tienes que tener claro que lo peor para un productor es perder la agenda, y hay que tener cara para pedir prestado, conseguir, averiguar quién tiene qué, y qué está en onda. Hay que estar atento a lo que la gente quiere. Hemos armado una fiesta de blanco, una noche tropical, o un carnaval de Venecia, hemos arrendado 20 victorias en Viña para llevar invitados hasta el Casino, que incluyó hasta un Fashion Emergency a los caballos, hemos llenado el Planetario de imágenes y usado cuanto hotel, restaurant y centro de eventos hay existente en Santiago, regiones e incluso fuera de Chile. Hemos trabajado con casi todos los artistas, armado noches de fantasía, ceremonias emotivas, premiaciones, viajes y tours. Usamos técnicas de motivación, incentivos y reconocimiento.

Requisitos personales: Una buena dosis de locura y gran tolerancia a la neurosis y al trabajo bajo presión.

Campo Laboral: Mucho. Tal como hay clientes, hay productores para todos los gustos, colores y tamaños.

Entretención garantizada.

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Créditos

Agradecimientos a mi MacBook, a los Marlboro que fumo, pero menos, la Coca-Cola, el cable, el control remoto, Google, Blogger, Twitter, los libros, la radio, ella, mis hijos, mi ex-psicóloga y muchos otros anónimos colaboradores que han contribuido y soportado mi comunicación precoz. Gracias por estar.

Más créditos

Foto del blogger: Bárbara Gallardo
Foto de Santiago by night: Mía.

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